La Marioneta - Episodio 5
by Hannah Fornero
La madre y la tía se abalanzan rápidamente sobre el cuerpo inmóvil de Catherine.
Agnes le arrebata la marioneta de la mano que la sigue sujetando con fuerza.
Luego entre las dos la levantan del suelo y la llevan de regreso a la casa.
Ya tuve suficiente. Destruyamos la marioneta de una vez por todas.
¿Pero qué podemos hacer para acabar con él? ¿Qué se te ocurre?
Tengo algo en mente, pero tendré que buscar entre los viejos libros de conjuros el que necesito.
Llevan a Catherine hasta el despacho y la sientan en el sofá.
Agnes arroja la marioneta al suelo y comienza a buscar entre las estanterías de libros.
La madre de Catherine voltea a ver a su hija con una expresión sobrecargada de compasión.
Catherine, cariño, sé que debes estar confundida ahora.
Pero tienes que entender que lo que estoy a punto de hacer es por tu propio bien.
La percepción que tienes sobre tu padre es errónea.
Él intentó hacernos daño... hacerle daño a nuestra familia.
Ahora la expresión en el rostro de la madre de Catherine es de furia. El color de sus mejillas se hace más intenso.
¿Te das cuenta, Catherine? Tú, Agnes, y yo somos parte de una extensa dinastía de brujas.
Nuestras antepasadas fueron mujeres inteligentes y astutas que desarrollaron la brujería para conseguir poder en una época en que este estaba prohibido para ellas.
Nuestro linaje se ha extendido por siglos. Muchas de nosotras han desempeñado cargos importantes y reconocidos a lo largo de la historia.
Hemos ayudado a muchas mujeres cuyas voces no eran escuchadas. Que habían sido relegadas.
Catherine, cariño, es por eso que debemos hacer cualquier cosa para asegurar nuestro éxito.
Eliminamos a todo aquel que se interpone en nuestro camino.
La madre de Catherine extiende su calavérica mano y sujeta con firmeza el brazo de su hija.
Somos prácticamente autosuficientes, excepto por una cosa…
Todavía necesitamos de los hombres para procrear.
Y a menudo, es mejor que se conviertan en nuestros esposos para poder dar a luz al la hija adecuada.
Pero una vez que tenemos a nuestras hijas, hacemos todo lo posible para deshacernos de los hombres.
En su mayoría, ellos se alejan voluntariamente. Los tentamos con una mujer más joven e insulsa.
Tu padre, sin embargo, se negó a irse.
Catherine se sobresalta cuando mencionan a su padre. Le da miedo lo que su madre pueda decir.
Cuando intenté que se alejara, él cuestionó mis motivos y de repente decidió investigar mi historia familiar.
En cierta ocasión, me confrontó al respecto y dijo que Agnes y yo eramos corruptas y crueles.
Pero su entendimiento era muy limitado, pobre tonto, y confundió nuestra determinación con crueldad.
Cuando intentó que tú te revelaras contra mí y me dijo que no dejaría que te enseñara brujería, supe que debía deshacerme de él.
Mientras la madre de Catherine cuenta su retorcida historia familiar, Agnes sigue buscando entre los libros.
Alguien tenía que detenerlo, Catherine, así que creé un hechizo para atrapar su alma en una marioneta.
Mi intención era que fuera algo simbólico, lo único que quería era que yo, y no él, tuviera el control sobre nuestra familia.
Funcionó a la perfección.
Es cierto que tú estuviste triste durante algún tiempo, pero al final volviste a ser la misma.
Vivimos en paz durante muchos años. Hasta hoy, eso es…
La tía Agnes saca un pequeño y desgastado libro encuadernado con cuero café. Lleno de páginas amarillas y deslucidas por el paso de muchos años.
¡Lo encontré!
Bien. Démosle un vistazo .
La madre y la tía de Catherine comienzan a hojear el libro.
De pronto, se escucha un sonido que proviene de la marioneta.
¡Creí que habías dicho que no podía hablar!
Parece que se hace más fuerte conforme pasa el tiempo.
Car… [susurro]
¿Qué está diciendo?
No lo sé. ¡Date prisa!
Car-lyle.
Carlyle.
¿Quién es Carlyle?
Catherine inmediatamente comprende a qué se refiere su padre.
Cuando ella cumplió 10 años, su padre la llevó a nadar al Lago Carlyle.
Fue un día inolvidable. Luego de nadar en el lago durante horas…
Él hizo que ella le prometiera que siempre sería fiel a sus convicciones.
Hasta ahora Catherine había pensado que aquella era una extraña promesa, sin poder entender antes lo que su padre quería.
¡¿Y yo cómo voy a saber quién es Carlyle?!
¡Apúrate, Agnes! No podemos dejar que hable.
Lo hago tan rápido como puedo, Marie. ¡¿Podrías simplemente mantener la calma?!
Al escuchar esa última frase de su tía, Catherine la toma como un consejo para sí misma y observa detenidamente a su alrededor.
El libro de su madre está sobre la mesa de centro y todavía se encuentra abierto en la página del conjuro de paralización. Abajo, al final de la página...
escrito con unas borroneadas letras, se encuentra el contraconjuro.
Catherine intenta leer lo que dice. Cuando lo consigue, lo recita en su cabeza…
Y sus músculos comienzan a relajarse.
Aquí está, este conjuro debería acabar con él.
Bien.
Debí haber hecho esto desde el principio.
Leeré el conjuro.
[Susurrado]
La madre de Catherine deja de leer.
¿Catherine?
Catherine vuelve a recitar entre dientes el contraconjuro. Sus músculos se relajan rápidamente y al fin puede mover la mandíbula.
Catherine, ¿qué estás...?
Catherine salta del sofá.
Su madre la mira sorprendida, pero esa expresión se transforma poco a poco en una maquiavélica sonrisa .
Realizaste tu primer hechizo.
¿Sientes esa satisfacción al usar tu magia, cariño? ¿Sientes el poder?
Imagina todas las cosas que podrías hacer.
¡Cállate!
Los ojos de la madre de Catherine se llenan de ira.
No te atrevas a hablarme de esa manera...
¡Tú mataste a papá! Tú lo ASESINASTE.
¡Te estaba protegiendo a ti! ¡Protegiéndonos a NOSOTRAS!
No estabas protegiendo a nadie.
El poder te ha corrompido. Estás usando tu magia para el mal.
No seas dramática, Catherine.
No tienes ni idea de lo que estás hablando.
Claro que sí. Papá se dio cuenta de lo que ustedes estaban haciendo y trato de detenerlas.
¿Por eso lo MATASTE?
Si así es la vida de una bruja, entonces no me interesa ser una de ustedes.
Cariño, estoy segura de que cambiarás de opinión después de que te tomes un tiempo para aclarar tu mente.
No te hagas ilusiones.
Voy a salvar a papá.
¡Y entonces él y yo las detendremos de una vez por todas!
La madre de Catherine mira a su hija sorprendida, luego su voz se convierte en apenas un murmullo.
Elegiste el lado equivocado.
Ella se voltea rápidamente hacia la marioneta y dice algunas palabras ininteligibles.
La marioneta deja escapar un alarido.
La madre y la tía de Catherine huyen del despacho.
¡Papá! ¡No!
Catherine corre hacia la marioneta y la sostiene entre sus manos.
Pero cuando intenta arroparla, la marioneta comienza a deshacerse en pedazos que caen uno a uno.
Y se convierten en ceniza al tocar el suelo.
Ella observa cómo su padre se desintegra lentamente, justo frente a sus ojos.
Este era el conjuro que querían…
Catherine…
¿Papá? ¿Puedes hablar?
Solo por un minuto.
Te fallé, papá.
No, yo ya estaba condenado desde el principio.
Tu madre comenzó este proceso desde hace años.
Solo lo ha acelerado ahora.
Pero yo tenía un motivo para enfrentarla…
¿Qué? ¿De qué ha servido todo esto?
Ahora tendré que afrontar el dolor de perderte de nuevo.
Y el hecho de que mamá te haya quitado la vida.
Pero, Catherine, logré SALVARTE.
Tú nunca le harás daño a nadie.
Tú has elegido ser buena.
Y ahora puedo morir con la certeza de que estarás a salvo.
No olvides aquel día en el lago, mi niña.
Recuérdalo siempre…
Las extremidades de la marioneta continúan desmoronándose. Su cara se vuelve una masa amorfa, como una vela que se derrite bajo el calor de la flama.
Las lágrimas intentan brotar por los ojos de Catherine, pero ella las contiene con su párpados. Su semblante es el de alguien con una firme resolución.
Las detendré, papá.
Tendrán que pagar por esto.
Los últimos restos de la marioneta se cuelan entre los dedos de Catherine y se desvanecen dejando solo una pila de cenizas.
Tras un ligero estallido, en sus manos no queda más que un par de ojos lacrimosos que finalmente resbalan…
Y ruedan por el piso.
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