El momento más embarazoso de mi vida ocurrió un martes.
Desperté enferma como un perro.
Garganta dolorida...
Nariz entupida...
Apenas podía salir de la cama.
Así que hice lo que cualquier mujer de 23 años haría...
Llamé a mi madre.
Jesse
Jesse
Ayúdame. Me estoy muriendo.
Mamá
Mamá
No te estás muriendo.
Mamá
Mamá
¿Quieres que te lleve una sopa después del trabajo?
Jesse
Jesse
¿Después del trabajo?
Jesse
Jesse
Pero para eso falta mucho.
Mamá
Mamá
Lo siento, cariño.
Mamá
Mamá
Hoy no me puedo ir temprano.
Jesse
Jesse
Uf, bueno.
Jesse
Jesse
Yo me la voy a comprar.
Después de colgar con mi mamá, salí de la cama.
Literalmente me arrastré.
¿Podría arrastrarme hasta el supermercado?
Probablemente no.
Vi lo que llevaba puesto.
¿Pijama de ponis?
Sí.
¿Musculosa blanca manchada con helado de chocolate?
Sí.
¿Cabello a medio camino entre moño y cola de caballo?
Sí.
Estaba claro que me veía tan bien como me sentía.
Pero igual salí y caminé las dos cuadras hasta la tienda.
Había ido a comprar sopa...
...Pero media hora más tarde, salí con galletas de queso.
Una caja azul de macarrones con queso.
Ruedas de queso.
Queso procesado en fetas.
Medio kilo de mozzarella fresca.
Y, por supuesto, mi favorito...
Una lata grande de queso en aerosol.
¿Ya les dije que estoy obsesionada con el queso?
También tomé un regalo de cumpleaños para mi hermano...
Laxantes.
Me reí entre dientes, imaginando su expresión cuando lo abriera frente a su novia nueva.
Soy una hermana tan graciosa.
De camino a casa con todos mis bocadillos, me dio hambre.
Así que saqué el queso enlatado.
No fue mi mejor momento, lo sé.
Tiré la cabeza hacia atrás y apreté la boquilla.
Deli.
Qué rico.
Cuánto queso.
Pero...
Me di de frente contra una pared de ladrillos.
No, no era una pared de ladrillos. Era…
Mis ojos subieron y bajaron... Dios mío.
Era Mack.
O sea, mi vecino que se parte de lindo.
O sea, el chico al que nunca me animé a hablarle.
Me hubiera disculpado por chocarme con él...
Pero mi boca estaba llena.
Sin mencionar que él estaba ocupado recogiendo mis compras.
Porque aparentemente, solté mi bolsa.
Fue entonces cuando me cayó la realidad de la situación.
Estaba vestida como una zaparrastrosa.
Tenía la nariz más roja que un payaso.
La boca llena de conservantes enlatados...
Y mi vecino guapo estaba recogiendo mi queso de la calle.
Y en este momento exacto, recogiendo los laxantes de mi hermano.
Este fue el momento más embarazoso de mi vida.
Mack se aguantaba la risa.
Chillé de horror y logré tragarme el queso.
Jesse
Jesse
¡No son para mí!
Dios mío, ¿acabo de escupirle?
Sus ojos marrones me recorrieron de la cabeza a los pies.
Estaba segura de que toda mi cara estaba roja.
Al menos me camuflaría la nariz.
El peso de la humillación me golpeó y estornudé.
Tres veces seguidas.
Esto no podía estar pasando.
Fue tan irreal que sacudí la cabeza y comencé a reír.
Como una lunática.
Mack, comprensiblemente, dio un paso atrás.
Intenté controlarme.
Pero la risa se convirtió en un escandaloso ataque de tos.
Me doblé con la fuerza de la tos.
Cuando terminé, me tapé la cara con las manos para ocultar mi vergüenza.
Y fue entonces cuando lo oí reír.
Mack
Mack
Oye, ¿estás bien?
¡¿BIEN?! ¿Si estaba bien?
Tenía que ser honesta.
Jesse
Jesse
No.
Jesse
Jesse
Estoy lejos, lejos de estar bien.
Mack
Mack
¿Hay algo que pueda hacer?
Me quité las manos de la cara.
Jesse
Jesse
Sí, en realidad sí hay algo que puedes hacer.
Jesse
Jesse
Olvida para siempre este desastroso y patético primer encuentro.
Él intenta otra vez no reírse.
Mack
Mack
Pero tengo tantas preguntas.
Jesse
Jesse
Mira, estoy enferma.
Jesse
Jesse
Normalmente intento un poco más no parecer un basurero andante.
Jesse
Jesse
Y sí, antes que lo preguntes, ME GUSTAN los ponis.
Jesse
Jesse
Soy nostálgica.
Jesse
Jesse
Además, como queso cuando estoy enferma.
Jesse
Jesse
Así de simple.
Jesse
Jesse
Por último, es el cumpleaños de mi hermano la semana que viene y compré los laxantes como una broma.
Jesse
Jesse
...Para avergonzarlo frente a su nueva novia.
Jesse
Jesse
Claramente, esto es el karma devolviéndome la broma.
Terminé mi pequeño discurso con otro estornudo cargado.
Los ojos de Mack brillaban de alegría.
Mack
Mack
Si te hace sentir mejor...
Mack
Mack
No creo que parezcas un basurero andante.
Jesse
Jesse
Bueno, entonces deberías verme en un buen día.
Jesse
Jesse
Te dejaría boquiabierto.
Echó la cabeza hacia atrás y se rió.
Desafortunadamente, yo no pude encontrar nada gracioso sobre la situación.
Jesse
Jesse
Habiendo dicho esto, yo me voy.
Jesse
Jesse
Voy a pretender que esto nunca sucedió.
Jesse
Jesse
Y espero que tú hagas lo mismo.
Caminé frente a él hacia la puerta de mi casa.
Pero luego lo escuché gritar detrás de mí.
Mack
Mack
¡Fue un placer conocerte!
Me giré para mirarlo enojada. Él solo se volvió a reír.
Cuando abrí la puerta de mi casa, se rompió la bolsa de compras.
La frutilla de la torta.
Miré a la calle y vi que todavía me estaba mirando.
Lo saludé con la mano y torpemente pateé todo adentro.
Luego me escondí en la bañera durante las siguientes tres horas.
Por si te lo preguntabas…
La vergüenza no se quita con jabón.
Era como la hora de la cena cuando sonó el timbre.
Me arrastré desde el sofá.
Se me cayó la boca al piso cuando vi quién estaba afuera.
Jesse
Jesse
¿Qué estás haciendo aquí?
Levantó un bol humeante.
Mack
Mack
No tuve oportunidad de presentarme. Soy Mack.
Mack
Mack
Dejaste la caja de macarrones con queso afuera.
Mack
Mack
Así que pensé que ya que estabas enferma...
Mack
Mack
Lo haría por ti.
Mack
Mack
Parece que hay suficiente para dos.
¡Quién lo hubiera dicho!
Punto para esta chica de nariz roja.
Miré al bol de deliciosa pasta con queso.
Miré al hombre que la hizo, sus ojos marrones brillando.
Luego sonreí y abrí más la puerta para que entrara.
Jesse
Jesse
Soy Jesse. Mucho gusto en conocerte, Mack.
Jesse
Jesse