En La Escena Del Crimen - Episodio 3
by Catherine Dale
Tia conduce su coche por la carretera hasta llegar a una alejada zona llena de lotes de autos y autopartes.
Una pequeña casa aparece al final de todo ese caos.
Tia la observa detenidamente antes de bajar del auto.
¿Algo te parece familiar?
TODO me parece familiar, cerebrito de hámster.
Es la casa del abuelo, he estado aquí un montón de veces.
Me refiero a que si te hace recordar algo de lo que pasó.
Me hace recordar que tú no deberías estar aquí.
Debiste de haber seguido enviándole mensajes, o tal vez llamarla.
Si lo hiciera así para ella sería muy fácil mentir.
Quiero verla a los ojos cuando me hable.
No creo que ella esté involucrada en lo que me pasó.
Entonces no me pasará nada por venir aquí.
Dijo que el abuelo había salido y que ella estaba sola en la casa.
Tia se dirige hacia la casa.
Antes de que llame a la puerta, aparece en el umbral una mujer de pelo largo y gris que lleva puesto un colorido y holgado vestido.
¡Tia! ¡Oh!, cariño, qué bueno que por fin te conozco.
Lamento que sea en medio de tan horribles circunstancias.
Le dije a Kieran que podía traerte cuando quisiera, pero... Bueno, nunca lo hizo.
Sí, Kieran me lo dijo.
Pero nuestros padres nos pidieron que nos mantuviéramos alejados del abuelo Hurley.
Al parecer Kieran creyó que yo lo delataría.
Es extraño que menciones esas cosas. Como si hubieras hablado con...
¿Hay algo que yo no sepa?
¿Algo como qué?
Ahora que ve bien a Aurora, para Tia es difícil imaginar que esa señora pudiera ser capaz de participar en algún crimen.
Alrededor de ella se puede sentir una aura de bondad, empatía y algo más.
¿Kieran te habló sobre mí?
¿Te habló sobre mi habilidad extrasensorial?
¿Sobre mi interés en el mundo espiritual?
¿El mundo espiritual?
Sí. La vida después de la muerte. Y los espíritus que nos envían mensajes desde el más allá.
Como apariciones en sueños, aromas o sensaciones inexplicables, coincidencias extrañas...
Mensajes de texto, ¿tal vez?
¿Qué? Yo... nunca había escuchado sobre ese método.
Ella da un paso al frente sin poder ocultar su emoción.
¡Dios mío!, ¿de verdad es eso posible?
No solo ruido estático o llamadas que se cortan, sino…
Mensajes de texto. Cientos de ellos.
¿Mensajes? ¿Palabras inteligibles?
Sí. Sé que parece una broma.
Nosotros, tu abuelo y yo, recibimos algunos mensajes de Kieran. Que provenían de su número.
Aurora habla con delicadeza tratando de no herir los sentimientos de Tia.
Justo después de que él desapareció.
Eso fue suficiente para que tu abuelo se convenciera de que Kieran estaba bien.
Pero, cariño, cualquier otra persona podría estar enviando esos mensajes, ¿no lo crees?
Estos no vienen de su número.
En realidad no vienen de ningún número. Simplemente aparecen de la nada.
Incluso con la batería fuera del teléfono.
Y él sabe muchas cosas.
Secretos entre nosotros.
Cosas sin sentido que él nunca se hubiera molestado en contarle a alguien más.
Es él. Y aunque Kieran se comportaba como un tonto a veces, es mi hermano.
Mi gemelo.
Es imposible que él haya fingido su propia muerte.
Estoy de acuerdo en eso. Él no hubiera hecho algo así. Y presiento que ya no está en este mundo.
Yo no tengo con él el mismo tipo de conexión que tú tienes, pero poseo ciertos dones.
Y me preocupé mucho cuando él se fue de aquí aquella noche.
Así que me puse a meditar en eso y sentí...
Lo lamento mucho, Tia, pero sentí su miedo. Su sufrimiento.
Y luego sentí que él dejó este mundo.
¿Él se fue de aquí? ¿Con quién?
Las dos mujeres se distraen cuando llega una maltrecha camioneta.
El conductor es un hombre de un aspecto igualmente maltrecho.
Él baja de la camioneta, lleva puestos unos pantalones de mezclilla, un chaleco de cuero y en su cuerpo se aprecian varios tatuajes.
Su pelo es gris y está despeinado.
¿Él es...?
¡Zachary! Acércate. Tu nieta está aquí.
El abuelo Hurley se queda atónito por un momento, luego grita emocionado. Él corre hacía Tia y la abraza.
Ella se queda perpleja con las manos a los lados, y retrocede cuando él la suelta.
Hola, abuelo. Me... Supongo que me da gusto conocerte.
Pero en realidad esta no es una visita familiar.
El abuelo Hurley frunce el ceño y retrocede.
¿Qué quieres decir?
¿En qué clase de asuntos involucraste a Kieran? ¿Qué le pasó a él?
¿Qué? No le pasó nada malo.
Maldición, Aurora, ¿le has estado contado tus fantasías a la chica?
¡El chico está bien!
Él dijo que se tomaría unas vacaciones.
Que quería olvidarse de todo el estrés en su vida.
Que solo se estaba tomandose un descanso.
No, no es así. Él... está muerto.
El abuelo Hurley sacude la cabeza de lado a lado, pasa en medio de Tia y Aurora, y entra en la casa.
Ellas lo siguen hasta la sala, la cual está llena de muebles excéntricos y desgastados.
Tia, debes tener cuidado con esto.
Los espíritus que se niegan a partir... Dejan de ser ellos mismos.
Kieran quizás todavía sea tu hermano, pero eso no durará mucho.
Si él pierde el control y tú no te alejas...
Podría ser peligroso para ti.
¿Cómo que peligroso?
¡Esto NO TIENE SENTIDO!
El chico está bien.
Él dijo que iría a California, que quería alejarse de todo.
¡Encontraron su auto! Había sangre por todos lados.
¿Quién lo encontró? ¿La policía?
¡Naah!, ¡ellos dicen lo que sea para asustar a la gente y mangonear a todos como a mansos corderitos!
¡Él me envía mensajes de texto! Me dijo que está muerto.
¡No! ¡Los muertos no envían MENSAJES, Tia!
El teléfono de Tia suena y ella lo observa, desviando su mirada del abuelo Hurley por un instante.
Más tranquila ahora, ella trata de razonar con su abuelo.
Él me está enviando mensajes justo ahora.
Aurora mira detenidamente el teléfono.
El abuelo Hurley frunce el ceño con incredulidad.
Dice que comienza a recordar algo.
Recuerda que unos hombres le clavaban un cuchillo.
Lo TORTURABAN.
Y dice que fue lejos de aquí…
Dice que sucedió cuando fueron a Chicago.
Dice que él no comprende qué pasó exactamente, pero que seguramente tú sí.
Él tiene razón, ¿verdad? Ahora luces completamente pálido.
El abuelo Hurley retrocede desconcertado por completo.
¡No! ¡No, no pudieron hacerlo!
Ellos dijeron que necesitaban que yo les ayudara con un trabajo.
Que planeara algo para una joyería, ¡solo que lo planeara, Aurora!
Esto no debió pasar. Les dije que no lo haría.
Que estaba comenzando una nueva vida y no quería involucrarme.
Pero ellos no aceptaron un no por respuesta.
Habían visto a Kieran conmigo.
Ellos simplemente... sacaron un arma y se lo llevaron.
Me dijeron que lo dejarían ir tan pronto como yo hiciera el trabajo.
¡Y yo hice el maldito trabajo! ¡Hice lo que me dijeron!
Entonces lo dejaron ir. Él estaba enojado.
Traumatizado. Dijo que necesitaba alejarse por un tiempo.
¡Pero lo dejaron ir!
¿No te dijo eso a ti?
El abuelo Hurley vacila, se da cuenta de que no tiene ninguna prueba que demuestre que su nieto está vivo.
Tal vez alguien más te envió esos mensajes desde su teléfono.
Pero no fue Kieran.
Juro que yo hice lo que ellos querían.
Ellos regresaron para que los ayudara con más cosas.
Yo he cooperado con ellos.
Son unos psicópatas, Zachary. Lo sabes bien.
Fue por eso que dejaste de trabajar con ellos anteriormente.
¡No!
Él se cubre la cara con las manos.
¡No, no, no!
Ellos ya no hacen esas cosas.
Perdón, lo siento. Sé que es difícil, lo entiendo.
Pero él dice que le cuesta trabajo controlarse a sí mismo.
Él se enfureció antes y rompió mi teléfono. ¡Su espíritu rompió mi teléfono!
Dice que necesita encontrar su cuerpo para poder marcharse en paz.
Pero creo que en realidad él quiere atrapar a esos sujetos.
Él necesita que se le haga justicia. Tienes que llamar a la policía y contarles todo...
En ese momento, el teléfono de Tia suena.
Ella no lo mira de inmediato, y entonces todos los sonidos se activan al mismo tiempo.
Cada canción, cada tono de llamada y cada sonido de notificación almacenado en él.
Parece como si el teléfono estuviera gritando.
Tia mira la pantalla.
¡Huyan! ¡Huyan!
¡Los recuerdo! ¡Puedo recordar!
¡Se acercan! Vienen por la carretera.
¡Huyan, huyan, se acercan, ya están aquí!
¡Corran, corran, corran…!
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