Hasta el Límite - Episodio 1
by Ava Conway
Comunicación.
¿A qué te refieres?
Eso es lo más importante en una relación.
Comunicación.
No soy yo quien se pasa la vida como un agente encubierto.
Tú sabes que me estoy tomando un descanso de todo eso.
Y tú sabes que estoy de acuerdo con tu decisión. Era lo mejor que podías hacer.
Casi mueres en tu última misión.
¡Oh, por el amor de Dios!
La bala apenas me rozó.
Tuviste suerte.
No puedo quedarme sentada detrás de un escritorio para siempre, lo sabes.
Extraño el ajetreo de las misiones encubiertas.
Yo no.
Es porque has estado fuera de la acción durante mucho tiempo.
Ya olvidaste esa sensación.
Deberíamos solicitar una misión juntos.
No.
No puedes negar que hacíamos un muy buen equipo.
Dije que no.
Por favor, Drake.
La muerte de Diana no fue tu culpa.
Mi exesposa dio su vida para salvarme.
¿Cómo podría decir que no fue mi culpa?
Fue ella quien tomó la decisión.
No cambies de tema.
Por favor, no vuelvas a trabajar como agente encubierto.
Es muy peligroso.
Lo que digas.
Por cierto, ¿has escuchado algo sobre una nueva droga que se está volviendo popular en Los Ángeles?
¿Por qué lo preguntas?
Necesito recopilar información y conformar un archivo del caso.
Se me ocurrió que como estás en Los Ángeles para tu adiestramiento…
Quizás hayas escuchado algo.
¿Qué necesitas saber?
No lo sé. La llaman "euforia". Es un opioide más fuerte que la heroína.
Cuando alguien la consume, se pone como un sonámbulo durante días.
Sus funciones vitales simplemente se hacen más lentas hasta que su corazón se detiene.
Hasta ahora, ha matado a miles de personas.
Al parecer ya sabes bastante.
Sí, pero todavía me falta un detalle.
No tengo idea de cómo está llegando a Los Ángeles.
¿Por casualidad has escuchado algo?
Lynn, estoy en el salón de clases todo el día aprendiendo sobre grupos terroristas.
No te imaginas lo aburrido que es, termino tan cansado que por la noche lo único que quiero es regresar a mi dormitorio.
¿Así que no has escuchado nada?
¿Ni siquiera algún rumor?
Solo sé que tenemos varios agentes encubiertos que tratan de encontrar respuestas.
Teniendo en cuenta el clima político actual, los altos mandos quieren resolver esto cuanto antes.
Sí, lo sé. Yo misma estoy bajo mucha presión.
Hablando de eso, tengo una reunión sobre este caso en cinco minutos.
Está bien, ¿hablamos después?
Claro, ¿en la noche o mañana?
Mañana. No tengo idea de a qué hora saldré esta noche de la clase de adiestramiento.
Muchas desveladas, ¿eh?
Sí. Mantente a salvo.
Siempre lo hago.
Lynn guarda el teléfono y mira fijamente la puerta frente a ella.
El letrero en la puerta dice "Sala de interrogatorios".
Ella aprieta firmemente la mandíbula y abre la puerta de un fuerte empujón.
¿Algún progreso?
Varios pandilleros de aspecto rudo dan un paso atrás dejando ver a un maltrecho sujeto que está sentado en una silla.
Naaah, Blade no hablará.
Tal vez estás siendo muy complaciente con él.
¿Crees que puedes hacerlo mejor?
Por supuesto.
¿Quieres apostar?
¿Qué tienes en mente?
Tu auto.
¿Mi Cadillac? Es un regalo.
Foxy lanza un resoplido.
Aunque Lynn está trabajando como agente encubierta en la pandilla de Foxy, hay una genuina simpatía entre las dos.
¡No me vengas con eso!, se lo quitaste a aquel distribuidor.
Me debía dinero.
NOS debía dinero.
Está bien. Tendrás el auto. Pero si lo hago hablar, me quedaré con ese anillo.
Foxy levanta la mano.
¿Mi anillo de zorro?
Exacto. Esa joya se verá mejor en mí.
Es un trato.
Foxy le guiñe un ojo al sujeto de la silla.
Todo tuyo.
Lynn se vuelve hacia el hombre y aprieta el puño haciendo crujir sus nudillos.
Él sujeto está tan golpeado que apenas puede mantenerse consciente.
Lynn retrae el puño y amaga con lanzar un gancho de derecha.
¡Espera!
¿Vas a decirnos quién es tu proveedor?
El hombre asiente con la cabeza.
Demonios. Pensé que al menos opondría resistencia.
Lynn baja el brazo y frunce el ceño al mirar al hombre.
¿Quién es?
Agotado, el hombre deja caer la cabeza y la ensangrentada barbilla se le clava en el pecho.
Una mancha rojiza escurre por su camisa.
Lynn lo sujeta del pelo y le levanta la cabeza con fuerza.
¿Quién te vende la "euforia"?
No... sé cómo se llama.
Mierda. Es lo único que sabe decir.
Espera, está tratando de decirnos algo más.
No sé cómo se llama, pero…
Pero puedo mostrarles quién es.
Lynn lo suelta del pelo.
La cabeza de Blade cae hasta detenerse en su pecho.
Me debes un auto.
Lynn cruza los brazos.
Tal vez sí, tal vez no.
Blade sabe la reputación que tenemos entre las pandillas.
Y también sabe qué le va a pasar si no habla.
Pues... Esa reputación está a punto de esfumarse.
Especialmente si estos nuevos maleantes siguen comercializando en nuestro territorio.
No volveré a hacer negocios con ellos.
Lo juro.
Mierda. Él no va a mostrarnos nada.
Mátalo.
No.
Lynn sujeta a Blade del pelo y le levanta la cabeza de nuevo.
Él gime de dolor.
¿Has escuchado? Mi amiga quiere que te mate.
Blade trata de resistirse, pero no tiene fuerzas para moverse.
Ella piensa que no vas a decirnos de dónde estás obteniendo tu "euforia".
Se los diré.
Pero estás de suerte.
Me encanta mi auto y no quiero deshacerme de él todavía.
Así que te voy a dar veinticuatro horas para que nos lleves con tu proveedor.
Los ojos de Blade se hacen más grandes por el miedo.
Si fracasas, me harás perder mi auto.
Y ESO me hará enfadar mucho.
Foxy se ríe.
Tú definitivamente no querrías verla cuando está enfadada.
Lynn suelta la cabeza de Blade y retrocede.
Desátenlo.
Lo primero que voy a hacer con tu auto es pintarlo de rosa.
Lynn hace una mueca.
Que yo sepa todavía no es tuyo.
No, pero lo será pronto.
Ya lo veremos.
Lynn señala a Blade con el dedo.
Veinticuatro horas, Blade.
Veinticuatro horas, o no tendré compasión contigo.
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